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El deseo sexual lo podemos definir como la capacidad de una persona para tener pensamientos y fantasías, así como de querer tener actividad sexual. Este interés sexual depende de varios factores, desde biológicos, personales (atractivo físico, estimulación erótica…) hasta culturales.
A nivel biológico existen una gran cantidad de neurotransmisores y de hormonas responsables de esta repuesta sexual. Cuando este interés se pierde se denomina deseo sexual hipoactivo, que se define como la ausencia de pensamientos y/ fantasías sexuales de manera persistente o recurrente, causando ansiedad o conflicto personal.
El deseo sexual puede ir disminuyendo e incluso perderse con la edad, debido a una disminución en la producción de testosterona (hormona encargada de la libido), por posibles enfermedades, efectos de medicamentos o por problemas psicológicos o de pareja.
La principal causa de disminución del deseo sexual es la edad, ya que se reducen la producción de hormonas, en especial la testosterona, la prolactina y las hormonas tiroideas.
Además, enfermedades neurológicas como epilepsia, esclerosis múltiple y secuelas de accidentes cerebrales vasculares, falla renal, VIH, depresión, ansiedad, tratamientos con antidepresivos y conflictos de pareja, también pueden causas un menor deseo sexual.
Si tiene algunas de estas dificultas íntimas, no dude en consultar sin temor al Dr. Guillermo Romero Tovar, quien basado en su historia clínica, examen físico y análisis de sangre, detectará qué disfunción presenta con el objetivo de hallar el tratamiento apropiado.
En esta sección encontrará respuestas a sus preguntas frecuentes sobre disminución del deseo sexual, conozca cada una de ellas y consulte a través de la línea de atención por todos los detalles que necesite.
Alrededor del 20% de los hombres mayores de 50 años, pueden tener disminución en los niveles de testosterona, pudiendo originar diferentes síntomas en varias funciones que tiene esta hormona en el organismo.
Los bajos niveles de la testosterona pueden disminuir el deseo sexual, la calidad de la erección, la fuerza muscular y la capacidad de concentración e intelectual. También, puede aumentar los depósitos de grasa, las posibilidades de fracturas óseas y alteraciones en el estado de ánimo, fatiga, irritabilidad, mal genio, insomnio, depresión, entre otros.
Cuando se confirma los bajos niveles de testosterona, está indicada la reposición hormonal mediante medicamentos de uso tópico o inyecciones que requieren un monitoreo por parte de su especialista. ¿Le interesa? Agende ahora una cita de valoración.
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